Te hablo a través de las ciudades
Te hablo a través de las llanuras
Mi boca está sobre tu almohada
Las dos paredes hacen frente
A mi voz que te reconoce
Yo te hablo de eternidad
Oh ciudades y sus recuerdos
Vestidas con nuestros deseos
Ciudades prontas prontas y tardías
Plazas fuertes ciudades íntimas
Privadas de sus albañiles
De sus pensadores de sus fantasmas
Oh campo regla de esmeralda
Vivo vital sobreviviente
Trigo del cielo en nuestra tierra
Nutre mi voz yo sueño y lloro
Yo río y sueño entre llamas
Entre los racimos de sol
Y sobre mi cuerpo tu cuerpo
Desparrama su claro espejo.
LA AUSENCIA, PAUL ELUARD
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